Los domingos son para comer Magdalenas. Sí, así, con mayúsculas. Porque hace tanto tiempo que las hago que son de la familia. Es una receta a la que le he hecho mil variaciones hasta que he llegado a esta versión, con zumo y piel de naranja, que creo que es casi la perfección. Las cantidades son pequeñas, pero como se hacen en media horita, se puede repetir la operación a diario y a medida que la familia crece, se pueden ir doblando las cantidades de ingredientes.
Magdalenas
Ingredientes (para 6 magdalenas)
150gr de harina
una pizca de sal
una cucharadita de polvos de hornear
50gr de azúcar
50gr de aceite de oliva suave
un huevo
100ml de yogur
zumo y piel de una naranja
Calentar el horno a 200ºC. Preparar seis moldes para magdalenas. Mezclar los ingredientes sólidos por una parte y líquidos por otra. Mezclar ambas mezclas rápidamente y sin batir demasiado. Poner la masa en los moldes y hornear unos 15-20 minutos. Sacar del horno y dejar enfriar antes de desayunar.
¡Salud!
domingo, 29 de junio de 2014
martes, 24 de junio de 2014
Zen again...
… y tarta-galleta de mermeladas diversas.
Una rica manera de aprovechar los múltiples tarros de mermeladas ya abiertos que rondaban en la nevera: base de masa quebrada horneada hasta que esté dorada, mermelada(s) y almendras fileteadas por encima y otro cuarto de hora de horno. Dejarla enfriar antes de probarla. La mermelada quema, creedme, sé de lo que hablo.
Una rica manera de aprovechar los múltiples tarros de mermeladas ya abiertos que rondaban en la nevera: base de masa quebrada horneada hasta que esté dorada, mermelada(s) y almendras fileteadas por encima y otro cuarto de hora de horno. Dejarla enfriar antes de probarla. La mermelada quema, creedme, sé de lo que hablo.
domingo, 8 de junio de 2014
Nos habíamos peleado...
… y han hecho falta unas cuantas puestas de sol mediterráneas,
unas cuantas comidas caseras en familia,
un par de domingos muy domingueros y
unos cuantos ires y venires
para volver y darme cuenta de que no nos hablábamos, de lo enfadadas que estábamos y poder empezar a escucharnos de nuevo y a reconciliarnos.
¡Salud!
unas cuantas comidas caseras en familia,
un par de domingos muy domingueros y
unos cuantos ires y venires
para volver y darme cuenta de que no nos hablábamos, de lo enfadadas que estábamos y poder empezar a escucharnos de nuevo y a reconciliarnos.
¡Salud!
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